En una de sus estancias en París, tratando de buscar un éxito que le era esquivo, Wagner contactó con la cantante de origen español Paulina Viardot-García para que interpretara sus canciones. Esta fue entusiasta con la calidad artística de las partituras, pero declinó cantarlas en público. Tiempo después, en 1860, Wagner se endeudó por 10000 francos tras el fracaso de tres conciertos en la capital francesa, cantidad que finalmente fue abonada por la condesa Marie Muchanoff. Agradecido, Wagner organizó una velada en honor de la mecenas en la casa de los Viardot donde se interpretó el segundo acto de Tristan al piano, con Paulina en el papel de Isolde y Karl Klindworth, futuro padrastro de Winifred Wagner, al teclado.
Este es el boletín número 305 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 2 de diciembre de 2022. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.