Crowdfunding - Boletín #295

Cansado del control que exigían algunos empresarios teatrales, y de la pleitesía con la que debía tratar a la nobleza, Richard Wagner decidió acudir al crowdfunding para financiar su Anillo de Nibelungo. La idea era que con pequeñas aportaciones de cientos o miles de sus seguidores saliera adelante su empresa. La estrategia de captación de fondos fue doble. Por un lado, algo que ya había hecho a lo largo de toda su carrera, como eran los conciertos a beneficio del compositor. Y por otro, a partir de 1871, probó suerte con las “tarjetas patrocinadoras”, una suerte de preventa que daría derecho, cinco años después, a un asiento para los tres ciclos completos de El Anillo. Aunque la fórmula no cubrió todos los gastos del primer Festival de Bayreuth, que acabó pagando Luis II, Wagner insistió con el crowdfunding en 1882, para el estreno de Parsifal, ultimo año en el que se utilizaron las tarjetas patrocinadoras.

 

Este es el boletín número 295 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 23 de septiembre de 2022. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.