El ocaso de los críticos - Boletín #325

Richard Wagner y Eduard Hanslick se conocieron en 1845 en Marienband, cuando el futuro critico aún era estudiante. Ese año se estrenó Tannhäuser y Hanslick llegó a valorar positivamente el drama wagneriano. Pero con los años, y la evolución musical de Wagner, esa admiración inicial fue tornándose en animadversión. El preludio de Tristán e Isolda le recordaba "la antigua pintura italiana de un mártir cuyos intestinos se desenrollan lentamente de su cuerpo". Pero bueno era Wagner para quedarse callado, y convirtió a Hanslick en un personaje de ópera en Los Maestros Cantores de Núremberg, primero bajo el nombre de Veit Hanslick y después con el definitivo Sixtus Beckmesser. Hoy sus críticas suenan más desafinadas, y provocan más risas, que la canción del premio que interpreta Beckmesser al final de los Maestros Cantores.

 

Este es el boletín número 325 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 28 de abril de 2023. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.