Derechos a perpetuidad - Boletín #291

A mediados de los años sesenta del pasado siglo, Alemania decidió ampliar de 50 a 70 años el plazo a contar desde la muerte de un autor durante el cual sus obras estaban protegidas por la propiedad intelectual. Richard Wagner había fallecido en 1883, así que aun con la nueva legislación su música continuaría libre de regalías. Por eso, Wieland y Wolfgang Wagner, nietos del compositor, hicieron una campaña para que los derechos de autor no caducaran nunca, al igual que la propiedad de un inmueble o un terreno tampoco lo hacía. Seguían así los pasos de su abuela Cosima, que medio siglo antes trató de impedir que Parsifal se representara fuera de Bayreuth. Ninguna de las dos generaciones consiguió su propósito.