En tiempos de Wagner, la legislación alemana prolongaba los derechos de autor hasta 30 años después de la muerte del creador. Por eso, Cosima aprovechó el monopolio que le otorgaba la herencia recibida del maestro para prohibir cualquier representación de Parsifal fuera de Bayreuth, algo que no siempre consiguió. Cuando se acercaba 1913, y las tres décadas de la muerte de Richard, su viuda contrató a un abogado e interpeló al Reichstag para hacer una excepción a la ley con Parsifal. No era una cuestión económica, sino artística. El Festival Escénico solo sería digno en el Festspielhaus de alcanzar el nivel de Sacro. Cósima perdió la batalla legal. Desde 1914, una vez roto el monopolio, Parsifal se empezó a representar masivamente por todos los teatros del mundo exento ya del pago de derechos de autor.
Este es el boletín número 271 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 1 de abril de 2022. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.