La incomodidad de Wahnfried - Boletín #234

Vivir en Wahnfried, la casa de los Wagner en Bayreuth, era la paz de la ilusión, pero distaba de ser cómoda. Cosima empezó a sufrirlo cuando, ya viuda, se iba haciendo mayor. La cocina y los servicios estaban en la parte inferior. En la planta calle, la recepción para amigos y artistas. Y en la parte superior, los dormitorios. Se habían construido unas escaleras de caracol hasta una planta intermedia, donde se encontraban los baños y el vestidor. En los últimos años, Cosima necesitaba mucha asistencia, y la decena de sirvientes a su cargo no hacían más que subir y bajar escalares. Casi ciega e impedida, la viuda de Wagner permanecía la mayor parte del tiempo en su dormitorio, sin moverse a otras dependencias, así que era en su cama donde recibía las visitas más cercanas.

 

Este es el boletín número 234 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 9 de julio de 2021. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.