Entradas sindicales - Boletín #22

En la edición de 1951, el primer Festival tras la II Guerra Mundial, el sindicalista Max Woenner, miembro de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), compró para sus afiliados todas las entradas de una representación de Los Maestros Cantores de Núremberg. Con el beneplácito de los hermanos Wieland y Wolfgang Wagner, aquel gesto se convirtió en tradición y, desde entonces, dos de las funciones del Festival estaban reservadas para los sindicatos, que repartían las localidades entre sus afiliados. Esta prebenda se extendió hasta 2013, tras constatar la dirección del Festival que muchas de estas entradas terminaban en la reventa.

 

Este es el boletín número 22 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 2 de junio de 2017. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.