Wagner, el adivino - Boletín #210

Aunque inicialmente su relación fue de animadversión, con el paso de los años el director de orquesta Hans von Bülow trabó amistad con Johannes Brahms, convirtiéndose en uno de los mayores difusores de su música. ¿Qué mejor que su compañía para asistir al estreno de Parsifal en Bayreuth? Bülow escribió, por tanto, una carta a Brahms invitándole a asistir a las representaciones del 4 al 6 de agosto de la que sería la última ópera de Wagner. Pero el compositor hamburgués desdeñó la invitación, asegurando que, casualmente, esos días iba a estar en el balneario de Bad Ischl, que solía frecuentar. Una pena, continuaba irónico Brahms, porque no le hubiera importado hacer una peregrinación al profeta que tan amistosamente había adivinado su futuro.