La Carmen de Wieland Wagner - Boletín #173

El trayecto que Friedrich Nietzsche hizo de la devoción al odio wagneriano tuvo una parada importante en su descubrimiento, en torno a 1881, de la ópera Carmen, de Bizet, a la que el filósofo alemán consideraba la “antítesis de Wagner”. Poco se iba a imaginar que iba a ser otro Wagner, en este caso Wieland, quien pondría el toque wagneriano a la historia de la cigarrera sevillana con una polémica producción estrenada en Hamburgo el 21 de diciembre de 1958. Para el papel protagonista contó con la mezzosoprano sueca Kerstin Meyer, de tan solo 30 años, que supuso un gran descubrimiento para el nieto de Wagner. Por eso, Wieland no dudo en llevarla a Bayreuth para encarnar el papel de Brangäne en su siguiente producción de Tristán e Isolda, en 1962. Meyer interpretaría a la fiel sirvienta de Isolde en las siguientes dos ediciones, siendo sustituida en 1965 por Grace Hoffman, año en el que Kerstin cantó los papeles de Fosshhilde (R, G) y Waltraute (G).

 

Este es el boletín número 173 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 8 de mayo de 2020. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.