De espía a confidente - Boletín #154

El primer encuentro con Wolfgang Wagner se produjo en 1989 en la Ópera de Dresde, por mediación de un holandés errante, cuando Peter Emmerich entraba en la treintena. Alemania aún estaba seccionada en dos por el Muro de Berlín, que caería pocos meses después, por lo que Wagner tuvo que pedir permiso a las altas esferas políticas para poder llevárselo a Bayreuth. Emmerich supo años después que fue espiado por la Alemania Oriental tras ser nombrado portavoz del Festival, confesando también que en los años setenta, con apenas veinte, había colaborado como espía para la Stasi, la policía secreta de la RDA. Eso no le impidió ser durante tres décadas confidente de Wolfgang y, posteriormente, de su hija Katharina. Al frente de la portavocía fue una de las caras más visibles del Festival y encargado de lidiar con las mil y una polémicas surgidas del universo Wagner.

 

Este es el boletín número 154 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 27 de diciembre de 2019. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.