La voz del siglo - Boletín #149

Kirsten Flagstad es considerada por muchos aficionados como la mejor soprano wagneriana del siglo XX. Lamentablemente, las circunstancias históricas hicieron que su paso por el Festival de Bayreuth fuera fugaz. Nacida en el seno de una familia musical, debutó como Isolde en Oslo en el verano de 1932. Ese día, se encontraba entre el público la soprano sueca Ellen Gulbrandson (Brünnhilde en Bayreuth entre 1896 y 1914) y rápidamente consiguió una audición para Flagstad ante Winifred Wagner. Su debut se produjo en 1933, con 38 años, en los papeles de Ortlinde y Tercera Norna. Al año siguiente repitió en ambas óperas, pero esta vez cantando Sieglinde y Gutrune. Tras el final de la guerra, rechazó la invitación de los hermanos Wagner para regresar a Bayreuth, pero recomendó con insistencia el nombre de una joven soprano sueca: Astrid Varnay. Sus encarnaciones del papel de Isolde y Brünnhilde son consideradas de referencia, pero nunca las cantó en la Colina Verde. Tampoco interpretó allí a Elsa, de Lohengrin, un personaje que le acompañaría toda su vida: lo aprendió, casi como un juego, cuando tenía solo 10 años y fue el nombre elegido para su única hija.

 

Este es el boletín número 149 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 22 de noviembre de 2019. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.