Yo no compongo por metros - Boletín #129

Para las escenas de la transformación del primer y tercer acto, durante el estreno de Parsifal en Bayreuth en 1882, Wagner pensó en un decorado móvil a base de rollos de lienzo que iban rotando. De esta manera, se simulaba el tránsito del protagonista, físico y espiritual, hasta los dominios del Grial. El problema surgió por la falta de sincronización: el cambio de decorado duraba mucho más que la música compuesta por Wagner. Alguien osó pedirle al Maestro que alargara la música a lo que el compositor respondió airado: “Yo no compongo por metros”. Finalmente, su ayudante en Bayreuth, el compositor Engelbert Humperdinck, escribió rápidamente unos cuantos compases para que la sincronización fuera perfecta y, tras recibir la aprobación de Wagner, fueron incorporados a la partitura del estreno. En ediciones posteriores, una vez mejorada la mecánica de los decorados, el añadido de Humperdinck fue suprimido, volviéndose a la partitura original compuesta por Wagner.

 

Este es el boletín número 129 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 28 de junio de 2019. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.