Peligro de imitación - Boletín #344

Max Reger comenzó a aficionarse a la música de Wagner en 1886, tenía solo 13 años, cuando se hizo con una transcripción para piano del Liebestod de Tristán e Isolda hecha por Liszt. Cinco años después acudió por primera vez al Festival de Bayreuth para ver el estreno en el Festspielhaus de “Los Maestros Cantores de Núremberg”, dirigidos por Hans Richter. Fue entonces cuando decidió hacerse compositor. A lo largo de su vida, Reger dedicó buena parte de su producción musical a homenajear a los grandes maestros que le antecedieron, con Bach a la cabeza. También le llegó el turno a Wagner, del que hizo diversas transcripciones para piano. Pero el sentimiento de Reger hacia el autor que le incitó a dedicarse a la música era contradictorio, ya que temía que le sucediera como a otros compositores de su época. Que su admiración por Wagner le convirtiera en un mero imitador.

 

Este es el boletín número 344 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 8 de septiembre de 2023. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.