Rebranding - Boletín #323

En los años dorados de Hollywood, muchos directores e intérpretes europeos se cambiaron el nombre para hacerlo más americano y conseguir trabajo. Por ejemplo, Margarita Carmen Cansino, hija de un bailarín sevillano, se convirtió en Rita Hayworth. En el mundo de la ópera es mucho menos habitual, aunque también hay casos. Y, curiosamente, en el sentido contrario, si querías triunfar en Europa. Así es como la soprano norteamericana Lillian Allen Norton, nacida en 1857, decidió cambiar su nombre. Si, tras los germanoparlantes, los intérpretes del norte de Europa eran los que más triunfaban en el ámbito wagneriano, Norton decidió al comienzo de su carrera que su nombre artístico sería el de Lillian Nordica. Gracias a su voz alcanzó el éxito en personajes dramáticos como Isolde o Brünnhilde. Y quién sabe si su nuevo apellido le ayudó a convertirse en la primera estadounidense en cantar en el Festival de Bayreuth, donde debutó en 1894 como Elsa en Lohengrin.

 

Este es el boletín número 323 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 14 de abril de 2023. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.